
Kiti
Ferrero
Soy Cristian Ferrero, pero siempre me han dicho “Kiti”. Desde pequeño, la aventura, el desarraigo y la curiosidad han sido parte de mi familia, una forma que aprendí e hice mía.
A mis diecisiete años, me enfrenté a una inentendible decisión: elegir una profesión para el resto de mi vida.
Fue la primera alerta en mi interior de que algo en este sistema no encajaba con mi forma de ser.
Mis dones y habilidades humanas, escondidas detrás del ingeniero, no tardaron en rebelarse e ir saliendo a flote.
Cuando decidí dejarlo todo y salir a conocer el mundo, mis "gustos" se convirtieron en mis mejores aliados. Desde entonces fui profesor y director de teatro en España, Argentina e Italia, profesor de escalada en Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos, coordinador sudamericano de jóvenes en una ong, buzo de aguas profundas en Tailandia, hice una publicidad con Pelé en Madrid, muralista en China, Armador de Ger (yurka) en Mongolia, amigo de Manu Chao en Barcelona, escapista en India, montañista en Nepal, acompañante de monjes budistas en Myanmar, aprendí a hacer snowboard en Andorra, me convertí en Arruaco en Colombia, electricista en Noruega, surfista frustrado en Indonesia, mochilero en Rusia, etc.
Pero la vida es una tómbola, así como me acercó a mi versión más pura, alegre, amorosa e inspiradora ; también me llevó a dolores inaguantables, pérdidas inaceptables, crisis existenciales, culpas intolerables, ansiedades que parecían no rendirse, etc.
De a poco, muy de a poco, me fui vaciando, opté por el camino difícil, quería liberarme de toda creencia para poder construir mis propios cimientos, mis propios principios y así hacerme cargo de mi destino, de mis acciones, decisiones y deseos.
Apoyado en la familia, amigos/as, amores, libros, montañas, mares, el ocio, deportes, idiomas, banderas, trabajos, etc. Me re-encontré, me volví a ver a los ojos.
Frente a mí, un niño de cinco años que comenzaba a identificarse como “Kiti” y que no entendía de dolores, de discriminar, de culpa, vergüenza, ansiedades y decepciones.
Y cada vez que me vuelvo a perder, porque soy un ser en constante movimiento y mutación; ya se donde ir, el camino no es fácil pero lo conozco. Y ahí vuelvo a incorporar esos valores de cuando fui un niño libre de las cargas que nos impone la sociedad.
En cada retorno a ese niño aprendo mucho de mí, sobre todo a aceptarme como soy, entender que NO soy ni seré un título, una profesión, que no encajo del todo en este sistema y que debo transformarme cuantas veces lo sienta.
En una prolongada negociación con mi autoestima me convencí de dar acceso a otros seres a mis palabras y herramientas con las que he nacido, aprendido en el viajar y sumado en los mas de doce años como profesor de teatro espontáneo, escalador e ingeniero.
Estos recursos que quiero compartirte son el camino hacia ese ser (niño/a) que hemos olvidado en alguna parte y pueden ser utilizados por individuos o grupos que busquen recuperar su autoestima, confianza, creatividad; eliminar esa ansiedad y sensación de aburrimiento que la vida y este sistema nos hacen sentir muy a menudo.
Si sientes que no encajas en este sistema!
!Bienvenidx a este enorme grupo!